Quiero comenzar este prólogo destacando que lo más importante a considerar en este libro no es quién lo escribe, sino desde dónde, el lugar desde el que vienen las palabras, y ese lugar es completamente impersonal.
Nunca hubo intención de publicar nada, ni estos poemas han sido escritos con un objetivo concreto producto de un proceso de pensamiento, sino que han ido brotando de forma espontánea, a menudo en situaciones de la vida cotidiana, haciendo la compra, a veces durante el sueño, yo mismo soy testigo de ver a Susana deambulando por la casa a intempestivas horas de la madrugada, con los ojos aún medio cerrados, buscando algo con que anotar lo que en ese momento se estaba abriendo paso.
Por tanto esta obra se ha gestado a lo largo de los años como expresión espontánea de un profundo proceso de despertar, motivo por el cual los versos no se ocupan de seguir una métrica determinada, ni buscan una rima poética, sino que se enlazan libremente tal como iban siendo inspirados, su utilidad, su función, trasciende por completo a las palabras escritas.
En estos años muchos de vosotros nos habéis pedido que recopiláramos estos poemas y los reuniésemos en un libro, y con ello nos habéis dado la motivación para hacerlo, pretende ser un ofrecimiento amoroso, el compartir de la elocuente comunicación interior, silenciosa y viva que nos va guiando en nuestro camino de retorno al recuerdo de Dios, temporalmente olvidado.
Una sugerencia para aprovechar este librito es que leáis los poemas con la mente y el corazón receptivos, solo así se podrá reconocer el lugar desde el cual ha sido escrito, pues es el mismo lugar que se despierta con su lectura, haciendo así de ella un reconocimiento y celebración de la Unidad. Una lectura sin prisa, como preludio a un instante de contemplación silenciosa, como una meditación, dejando que el Amor que los inspiró os envuelva en su belleza y su certeza.
Por último, me gustaría resaltar la maravilla que surge de empresas que se basan en la colaboración amorosa, esa que solo puede brotar en toda su pureza cuando el propósito que nos convoca es plenamente compartido. En este proyecto nos hemos sentido bendecidos por esa rara circunstancia y podemos decir que el libro que tenéis en vuestras manos es el resultado de la dedicación a la Verdad y su expresión, no solo de Susana, sino en igual modo, de Marianela Morales permitiendo que la misma Voz que se expresa a través de los poemas lo haga también a través de sus pinceles, regalándonos estas ilustraciones maravillosas, y Neil Becerra poniendo a este servicio su sensibilidad para dotar de armonía al conjunto mediante la maquetación.
Infinitas gracias.
Francisco Mingorance.